Filosofía de éxito
José Roberto Gutiérrez Polanco

La Filosofía del Éxito explica que el dinero es un elemento de la vida cotidiana al que todos podemos acceder; sin embargo el éxito no es la acumulación y posesión de dinero, sino lo que se puede hacer con él, al permitirnos ser felices realizando lo que cada uno puede y desea hacer, aprovechando sus posibilidades y mejorando sus carencias.

Algunos rasgos que identifican la filosofía de ser “ GENTE QUE CUIDA A LA GENTE” son: llevar bienestar a más gente, ayudándole a alcanzar una realización más plena; premiar la dedicación y el esfuerzo; fomentar la solidaridad, el respeto y la tolerancia; preservar el medio ambiente; apoyar la educación, la cultura y el deporte. Así pues, en cada una de las empresas, ya sea en la producción de los suplementos alimenticios o a través de sus medios de comunicación, la filosofía del éxito es aplicada y aplicable, siendo la línea a seguir y un valor a cuidar.

En realidad es toda una empresa, la filosofía del éxito, pues como ya los hemos dicho antes la filosofía es el quehacer menos acabado por el hombre y la mujer, pero lo interesante de todo esto es que no enseña, a ser críticos de nosotros mismo, y nos enseña a dialogar, a cooperar, y hacer empático, y comprender y después ser comprendido, la filosofía marca el camino el sendero que tú quieras elegir, siempre tienes que tener en mente que tú puedes realizar cosas buenas y que puedes ser de utilidad para otros, en este mundo nada es imposible, todo se puede lograr, con esmero y trabajo, por su puesto la satisfacción más grande que puede tener es trascender y esto quiere decir ayudar a otros a crecer en pensamiento y liderazgo.

El dinero es vital, pero si lo manejáramos con el fin de mejorar los pueblos sería  algo fantástico porque entonces se dejaría de lado muchas miseria, pero esto es utópico, aunque la utopía nos enseña a caminar y a cercanos a los sueños.

Adelante amigo amiga,  sea un una optimista empedernida/o, sueñe, porque a través de estos han nacido grandes empresas, si deja de soñar prácticamente está muerto. Por supuesto para ello hay que trabajar fuerte. Y creer en nosotros mismo. Sino nadie lo hará.